Neus Caballer Valencia 31 de Marzo de 2012 (El País)
Cambiar el actual modelo “intervencionista” por uno que dé “mayor autonomía a los centros”. Este es el objetivo del que parte el nuevo “marco global” que dará “cobertura legal a todos los programas de enseñanza compensatoria”. El presupuesto del que dispone la Consejería de Educación para el curso 2012-2013 supera los 32 millones de euros. Y los recursos humanos que empleará rondarán los 800 profesores. La nueva orden unifica y articula todos los programas autonómicos y estatales de Innovación Educativa, los programas de refuerzo, orientación y apoyo (PROA) y, en menor medida, las aulas del Programa de Acogida al Sistema Educativo (PASE) de atención al inmigrante, que se mantendrán, pero sobre todo en Primaria (ante la caída continuada de población extranjera). “Se acabó la compensatoria por la compensatoria”, señala el secretario autonómico de Educación, Rafael Carbonell. “Queremos establecer 10 o 12 programas de éxito escolar a través de la convocatoria de contratos programa. Que los centros educativos se abran a otras posibilidades si lo desean”.
El nuevo “marco global” regulará desde la posiblidad de establecer “programas de diseño propio” a “nuevas fórmulas organizativas de grupos” y facilitará el “generar grupos de trabajo estable”, ha anticipado la consejera de Educación, María José Catalá, en sus reuniones con los directores de centros.
“Queremos dar a los centros la herramienta legal para que ellos se adapten a sus necesidades educativas”, explica Carbonell. “Es imposible un modelo único para todos, la ciudad tiene diferentes barrios y miles de situaciones cambiantes y hay que adaptar los reglamentos a esa sociedad”, añade.
Carbonell insiste en las nuevas órdenes “no afectarán a las condiciones laborales de los docentes”. Pero ofrece un paraguas amplio y flexible, tanto con la orden del nuevo calendario escolar como con el resto, que afectarán a los programas de compensatoria, comisiones de servicio, el nuevo decreto de Necesidades Educativas Especiales y los programas de acompañamiento fuera del horario lectivo. “Se trata de que los centros escolares puedan estar abiertos 11 meses al año, excepto agosto y los festivos”, puntualiza.
"Se acabó la compensatoria por la compensatoria”, señala el secretario autonómico de Educación
“Hasta ahora el 80% de los centros nos pedían horarios especiales”, describe Carbonell, “con el nuevo calendario escolar, que no toca el mínimo de 175 días lectivos que fija el Estado, un instituto que quiera adelantar el inicio de clases al 1 o al 4 de septiembre y finalizar a principios de junio para introducir programas de refuerzo fuera del horario lectivo de cara a los exámenes extraordinarios, podrá hacerlo”.
La Universidad ya camina en ese sentido. De hecho, campus como el de la Politécnica de Valencia este curso han adelantado su apertura al 6 de septiembre. Si los centros escolares adelantan sus horarios al 2 o 3 de septiembre, en función del contrato-programa y de los objetivos para combatir el fracaso escolar que hayan suscrito con la Consejería de Educación, pueden terminar las clases hacia el 5 de junio.
“Esto permite la introducción en junio de diversos programas: una vía de refuerzo con el mismo profesorado para preparar a los grupos de alumnos que ellos seleccionen; y otra, de enriquecimiento, para aquellos alumnos que quieran subir la nota de cara a la selectividad, por ejemplo”, añade el secretario autonómico.
En este escenario de calendario escolar flexible, se pueden adelantar las pruebas extraordinarias de septiembre al 3, 4 o 5 julio. “Es más rentable para los alumnos, ya que tienen frescas las materias que han estudiado durante el curso y han reforzado durante el primer mes de verano”. Carbonell cree que este sistema de organización ayudaría a los alumnos de 16 años con más dificultades de aprendizaje a superar con éxito el curso y obtener el graduado de ESO.
De hecho, el director general de Universidades, José Miguel Saval, trabaja en coordinación con los rectores en un adelanto de las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) para el próximo curso 2012-2013. “Si las universidades adelantan las pruebas extraordinarias de septiembre a julio, los alumnos de 1º y 2º de Bachillerato están abocados a adelantar también su calendario escolar”.
El mayor problema del nuevo marco global es la desmotivación de los docentes a los que el decreto de la Generalitat aprobado en enero congela durante dos años la obtención de créditos por participar en estos programas. La consejería asegura que el decreto expira el 31 de diciembre de 2013. “Los créditos acumulados deberían servir”, admite Carbonell.
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